Libro de Luis Palau

Este es un Blogg que contiene un libro que orienta sobre una decision crucial, escrito por Luis Palau.

miércoles, 25 de mayo de 2011

CApitulo 2 Lo Asombroso del matrimonio

¿Con quien me casare? Es una de las preguntas más cruciales que confronta la juventud. La mayoría de los jóvenes quieren casarse y ser felices, como es natural, y Dios así lo quiere. Sin embargo, la decisión de buscar una novia y decidir: "Esta es" , esa es la decisión difícil. Recuerdo un caso que ocurrió en Sudamérica, ¡Y no lo quiero recomendar! Te lo cuento, precisamente, para mostrarte cómo no se debe escoger una novia. Federico, cuya esposa había muerto de una enfermedad repentina, era un hombre joven, tenia alrededor de 30 años. Ya no era un jovencito, tenia dos hijos y deseaba casarse de nuevo, la cual es bueno y muy correcto. La Biblia enseña que los viudos tienen derecho a casarse cuando la muerte los separa, pero con una condición, dice: "con tal que sea en el Señor" (1 Corintios 7:39).

¿Enamorado en un autobús? Federico me contó que estaba de viaje en un autobús cuando captó la mirada de una señorita que viajaba en el mismo vehículo. Al día siguiente me hizo la pregunta: "Luis, (,no será esta la señorita que Dios ha escogido para que me case con ella? Es bella, perspicaz y llena de vida". Le respondí: "Federico, ¡usted jamas ha visto a esa señorita en su vida! Usted dice que es cristiano, ¿Cómo puede pensar que porque vio a esa señorita en el autobús y le atrajo su figura, y su mirada, ya piensa que ella esta en el plan de Dios para su vida? Espero que tu, lector, no escojas de esta manera a tu compañero(a) para la vida. Porque te atraiga una persona en algún transporte o lugar público, eso no es amor. Lo asombroso del matrimonio es que dos personas que nunca han estado juntas ni se hayan tratado, decidan hacerlo devotamente. Ninguna persona se casa para ser miserable. Todos nos casamos para ser felices, y soñamos con que nuestro matrimonio sea feliz hasta que la muerte nos separe o Jesucristo regrese y nos lleve al cielo en las nubes (1 Tesalonicenses 4:13-17) Lo lamentable, lo triste, lo horroroso, es que muchos se comportan casi como animales. ¡Hay tantos sueños frustrados! Y, sin embargo, ¡Qué privilegio es ser de Cristo en la juventud y comenzar la vida bien! Nadie va a buscar una muchacha pensando: "Voy a buscar a la muchacha que me haga el hombre más miserable del mundo". ¡Por supuesto que no! Uno busca a la muchacha que lo haga el ser más feliz del mundo.

El Secreto

Aquí esta el secreto. Dios dice: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para el" .O sea, que el cristiano y la cristiana, cuando están pensando en casarse, están buscando, de parte de Dios, aquella persona que Dios ha escogido, una ayuda idónea, una persona perfectamente adaptada a sus necesidades; y, a su vez, una persona que necesita lo que yo tengo para ofrecerle. El cristiano no busca una novia, ni dice: ¿Con quien me casaré? Con motivos puramente egoístas. Sí, el necesita una esposa; por eso la Biblia dice: "No es bueno que el hombre esté solo”; pero a su vez, cuando estás pensando en una novia, tu debes preguntarte: "A ver, ¿cuál es la joven a la cual yo puedo amar con todo mi ser y ser de bendición para ella?"

Para siempre

Hay otro punto que vale la pena mencionar; El cristiano esta unido para siempre. El cristiano no es como una mariposa o una abeja que va picando de flor en flor para ver cual es la más dulce. El cristiano no piensa cuando se casa: "sueno, me caso con María, y si me canso de ella porque no me agrada, me divorcio y me caso con Cristina; y si Cristina no me gusta, me caso con Josefina". ¡De ninguna manera! La Biblia dice así: "Lo que Dios unió, no lo separe el hombre" (Mateo 19:ó) . En la Biblia y en el verdadero cristianismo no se contempla la separación ni el divorcio. Hay, si, un pequeño paréntesis, una cláusula infinitesimal, la cual indica que, en casos extremadamente graves, Dios pueda ser el que permita el divorcio. Me refiero al adulterio cometido por una de las partes. Pero el joven cristiano no debe ser ni tan necio ni tan ciego como para argumentar dentro de si: "sueno, si mi esposa no resulta ser lo que espero, me busco otra". Tal actitud es el fin de la paz y de la alegría en la vida. Tal actitud es un mal comienzo para cualquier matrimonio, ¡Es una locura irreparable! Por supuesto que Dios perdona estos pecados. La Biblia nos dice que "la sangre del Señor Jesucristo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 1:7) .La Biblia afirma en Hebreos 9:14: "La sangre de Cristo limpiara vuestras conciencias... para que sirváis al Dios vivo y verdadero". Sí, Dios perdonará; pero el joven cristiano debe pensar que se casa con esta joven para unirse a ella para siempre, hasta que solamente la muerte los separe. Ni el juez, ni algún hombre, ni aun su propia voluntad, ni su padre, tienen derecho a separarlos.

Un corazón partido.

El otro día escuche una historia terriblemente triste. Una pareja se casó relativamente joven; tuvieron una criaturita, una preciosa niña. Sin embargo, un día tuvieron una discusión algo violenta. Quizá se enojaron demasiado, pero no llegaron a los golpes. Pero de repente, dieciocho días después, esta señora se levanto, hizo abandono del hogar y se fue al domicilio de sus padres. Al llegar a la casa de su padre, esta señora pidió el divorcio a su padre, quien es un juez. Este le concedió el divorcio y dejó a su esposo sumido en la tristeza, el dolor y el horror de no poder ver más a su hijita, porque ella se lo ha prohibido. Amado lector, el cristiano verdadero piensa en casarse y en vivir unido a esa persona en amor, paciencia, cariño, temura y perdón constante hasta que la muerte los separe. Esa señora abandono a su marido, no por cuestión de inmoralidad sexual, sino porque no quiso vivir más con el, ¡Bimplemente porque habían tenido un pequeño altercado! Pecó contra Dios, pecó contra su marido, pecó contra su criatura; y pecó también el padre de ella, que le permitió regresar a la casa y que permitió que esta pareja se separara. Querido joven, esto es claro. "No es bueno que el hombre esté solo" dice Dios. Y el cristiano nunca se debe separar de su cónyuge, hasta que únicarnente la muerte los separe.

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